El liderazgo ha sido desde los albores de la humanidad la cualidad más valorada pero al mismo tiempo más escasa en la sociedad. Desde el primer cavernícola que chocó dos rocas para producir fuego hasta los líderes modernos más destacados. Los líderes escriben con su propia letra las páginas de la historia con habilidades que sobresalen del promedio de sus pares.
¿Es esta habilidad el producto de un toque místico con el que solo nacen unos privilegiados o se forma con años de entrenamiento? La ciencia ha demostrado que es una sublime y casi perfecta combinación de cualidades innatas con un entrenamiento producto del esfuerzo. Si analizamos con detenimiento la vida de los mayores líderes militares, filosóficos o empresariales del mundo, nos encontraremos con un elemento común: La preparación.
La historia humana ha pretendido presentarnos el liderazgo como una condición en la que solo unos cuantos ungidos son bendecidos. Sin embargo, la realidad es muy diferente. Las biografías omiten las horas de estudio, preparación y cultivo de la cualidad de liderar como una capacidad perfecta, incremental y universal. Daniel Goleman, uno de los mayores investigadores de la inteligencia emocional ha concluido que el liderazgo es, como cualquier capacidad humana, desarrollable.
La receta del liderazgo
Cuando las pretensiones de Hitler en la Segunda Guerra Mundial amenazaron Inglaterra con una inminente invasión, Churchill surgió de las cenizas. Churchill había sido en toda su vida un militar promedio, un político polémico, un viejo cascarrabias y con un carisma muy bajo. Sin embargo, el fragor de la guerra sacó de él todo el liderazgo necesario para guiar al pueblo inglés hacia la victoria.
Según Daniel Goleman, esta es una de las cualidades más destacadas de un líder, dar un paso al frente cuando las condiciones son más desfavorables. Goleman dedicó muchos años de su vida a estudiar la conducta humana en distintas facetas y descubrió aspectos interesantes sobre el liderazgo. Sus estudios sobre la inteligencia emocional como un factor preponderante en la vida humana se fundamentan como determinantes del liderazgo.
Dentro del abanico de las cualidades de liderazgo, las más destacables, son:
Capacidad de comunicación
Una mayor facilidad de expresión les permiten comunicarse con los demás de manera más efectiva y asertiva. Son capaces de transmitir ideas y conceptos de manera clara, eficiente y elocuente.
Inteligencia emocional
La capacidad de empatizar, jerarquizar y potenciar la gestión emocional propia o ajena, permite a los líderes transmitir, transformar y desarrollar las emociones efectivamente.
Claridad en metas y objetivos
Un líder es capaz de fijar objetivos realizables, cuantificables y claramente comprendidos por la mayoría de manera natural y muy eficiente. Transmite estos objetivos y provoca un involucramiento de los demás en la consecución de estos.
Planificación y adaptación al cambio
Trazar un plan de ruta con estrategias, metas y tareas claras es una de las cualidades más valoradas de un líder. Tiene la capacidad de organizar las labores del equipo de manera que todos comprendan a cabalidad el plan.
No obstante, es capaz de mantener la calma ante los cambios inesperados y puede cambiar el rumbo sin perturbación y con un manejo emocional contagiable.
Innovación y arrojo
Una de las cualidades del líder más admiradas por el equipo es su capacidad de arrojo y ser el primero en adoptar nuevos caminos hacia los objetivos.
Su capacidad de trabajo y compromiso se combinan con la innovación y la valentía como una señal de conocimiento. Son arriesgados, sin miedo aparente y dispuestos a probar nuevas formas de llegar al objetivo de una manera más productiva.
8 tipos de líderes en la empresa
El libro Leadership That Gets Results, es una de las obras más integrales sobre las cualidades y el interior de la mente del líder. Sus estudios sobre la inteligencia emocional, la gestión del capital humano y el liderazgo, son base de análisis de cientos de directivos a nivel mundial. La naturaleza innata del líder y la capacidad de formación de las habilidades necesarias han revolucionado la visión sobre el liderazgo en el mundo entero.
Uno de sus mayores aportes a la dirección empresarial es, sin duda alguna, lo relativo al liderazgo proactivo, eficiente y que obtiene resultados positivos. Los resultados de sus estudios han arrojado que existen básicamente 8 tipos de líderes con variantes, ventajas, pertinencias y eficiencia.
Aunque existen decenas de tipos de liderazgo, los más destacables, son:
El autócrata
Este tipo de liderazgo usa la coerción, la obediencia y el miedo como base fundamental de su guía. Aunque el liderazgo castrense ha venido cayendo en desuso, aún se mantiene en cierto tipo de empresas, proyectos o sectores.
El demócrata
El líder democrático toma en cuenta el consenso y la opinión de todos los miembros del equipo como importantes aportes para llegar a una solución consensuada. Muchos los consideran el epítome de la negociación y la coordinación. No obstante, las decisiones suelen tomarse de manera más lenta. También tiende a crear facciones o grupos de poder dentro de la empresa que dependen del grado de influencia en los demás.
El puente
Hay líderes que practican la política de tender puentes entre todos los miembros del equipo con el objetivo de afianzar lazos y crear una mayor cohesión del equipo. Suelen ser líderes más emocionales, de trato personal y directo con cada miembro del equipo de manera individual.
El visionario
Es especialmente necesario para aquellos proyectos inéditos, innovadores y que se presentan como novedad en cuanto a objetivos, procesos o metodologías.
Los emprendedores y los proyectos tecnológicos, suelen tener este tipo de liderazgo en el que intentan transmitir su visión de un futuro poco claro a su equipo.
El faro
Suelen aparecer en aquellos equipos en los que el líder es el más experimentado o con una autoridad bien establecida en el mercado.
Son líderes que marcan el camino en el que ellos son la guía a seguir, usan la condescendencia y la pedagogía como método de liderazgo.
El Coach
Desde hace algunos años, este tipo de liderazgo se ha hecho muy popular, hay autores que lo califican como uno de los más efectivos y con mejores resultados. Este tipo de líder evalúa a todos los miembros del equipo cualificando y cuantificando sus fortalezas o debilidades. Divide las funciones de acuerdo a este tipo de análisis, con combinaciones del equipo en fuertes y débiles buscando la transferencia de conocimiento.
Actúa como un entrenador deportivo y dedica la mayor parte de su labor a analizar el progreso de su equipo en función de su desarrollo directivo.
El liderazgo del futuro
A pesar de haber una clasificación aparentemente cerrada, el dinamismo de los mercados y los negocios, han creado fusiones de liderazgo muy interesantes. Incluso, algunos líderes combinan facetas dependiendo del equipo, los objetivos o circunstancias especiales.
Un líder puede formarse, perfeccionarse y adaptarse a las circunstancias cambiantes del mercado con un programa de desarrollo directivo adecuado. Este tipo de formación y entrenamiento inmersivo, permite el aprendizaje de una faceta que no se enseña en ninguna academia del mundo: ser un líder.
La evidencia ha probado que el liderazgo puede entrenarse, desarrollarse y perfeccionarse con una metodología adecuada de desarrollo directivo. El Programa 10, ha involucrado a los líderes más destacados de cada sector y disciplina para compartir las mejores estrategias de liderazgo mundial.